sábado, septiembre 16, 2017

Descanse en Paz, Maestro Milner Cajahuaringa

 Miembro de la Generación del 60, el pintor huarochirano Milner Cajahuaringa es uno más representativos de la pintura contemporánea peruana.  foto: José Vadillo Vila / Composicion: 4D
Gracias Maestro!

El cielo se iluminó en medio de la noche del último sábado de agosto. Las naves de Pariaqaqa se posaron en su jardín y, envuelto en un hermoso manto de colores andinos, se lo llevaron... Luego, debajo del manto se comenzaron a desplegar bellas alas que se elevaron y sobrevolaron las montañas y nevados más altos de Huarochirí. Vuela, Milner, vuela… Eres el señor de las montañas, eres Caxa Wari Inca.

Así siento su partida y en este momento, después de recibir las condolencias de tantas personas relacionadas con mi padre, de diferentes épocas y entornos, comienzo a reparar en qué queda de él en mí. No solo su nombre, su imagen física, sino una hermosa y cuestionadora mirada del mundo andino, y no porque haya estudiado, sino porque era parte de ese mundo. Un aprecio y convivencia con el arte andino de manera constante que, a través de sus rutinas, acompañé durante mi infancia y adolescencia. Creo que, si me hice fotógrafa cineasta, ha sido exactamente por esto, un oficio de luz y color.    "Mi padre, Cajahuaringa", por Micaela Cajahuaringa

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Julio Jorge Quispe Virhuez, "Quispejo", es el primer discípulo que tuvo Cajahuaringa en Bellas Artes. "Su generación, ha sido la de los grandes maestros. Brilló junto a Gerardo Chávez, Tilsa Tsuchiya y otros", explica. Cajahuaringa, a su vez, fue discípulo de Apurímac, un pintor olvidado, como muchos otros...

Uno de los sellos de Cajahuaringa son los trapezoides que plasmó en sus lienzos, reivindicando a la arquitectura inca. "Los trapecios tuvieron una fuerza tan grande, que se hizo todo un movimiento en Latinoamérica y trascendió hasta Europa", cuenta el discípulo. "Cajahuaringa es complejo en todo sentido y llevó nuestra cultura a otros niveles". Tiene aportes también en la pintura abstracta y es uno de los grandes figurativos; creó también las "pinturas flotantes": creando la impresión que las figuras flotaban dentro del propio cuadro; amén de desnudos, de flores. "No hay otro más grande dentro del retrato figurativo, su trabajo es genial", agrega "Quispejo". 
 "Los 80 de Cajahuaringa", por José Vadillo Vila